Attacco: postal conjunta
“La voz de la persona amiga es la
nota más suave en la orquesta de la vida” Roque Schneider
Attacco: postal conjunta
Attacco: postal conjunta
Una noche fría de un recóndito lugar
en una conexión se desdoblaba el atisbo entre dos escenas, fijas por unos minutos,
hasta que una tecla tocó y el hielo se fragmentó. Entre sonrisas y destellos mímicos, la conversación fue amena
durante un largo rato, no importaron las limitaciones pues se convertía en
mayor fascinación. Cuestionarios de aquí y de allá, la foto está guardada
dentro de las latentes pulsaciones de un órgano vital, ya estaban en el tejido
de una arañuela, más concretada pero conservando la flexibilidad, con la
suspicacia amarrada a tragicomedia.
No he palpado, pero puedo sentir a
los cinco: su aroma es suave y de maderas con tierra mojada, como cuando las
gotas de una lluvia fría caen sobre la superficie caliente, sus cantinelas son
como las notas de Lauper y Castro, pero un estruendo hacia la
molestia “como todos”, te siento rígido pero con un tacto bienhechor de cuerpo
y alma, algo que demuestras a lo lejos, mi visualización es clara, apuesto y
con alteza de realeza heredada, aun no puedo tener la certeza de su sabor, pero
creo que al degustar sería algo parecido a almendras, espero así sea: Insha'Allah una mordedura en su nuez
achocolatada por el cacao, me dejaría ciertamente almibarado en un soñar. No
quiero sonar meloso, no, nada por el estilo, son reconocimientos de mi relicario
el cual entrama pocas historias por ahora como dijo el grande.
Hablando de historia, aprecio que no es solo mi sugestión, se vislumbra
compartida, en esta altura todo lo está, casi todo, por lo menos lo espiritual.
Si bien es cierto esos sitios llenos de pliegas
tocadas por el tiempo, al verlos nos llevan a ese momento en solo un segundo como
en ese zap de un cibernauta que por fin
hizo emparejar con tu símbolo astral y quizás también el mío, mi cola de
pez me dejó nadar ese espacio implícito mientras mi otra parte prepara para el campo
terrenal.
Cuestión que aseguro de por sí, es
ese abrazo amistoso de enseñanzas reciprocas, risas y ganas de continuar
labrando por ese suelo, cada uno en su ámbito: norte, sur, me da igual.
Pensando en el intercambio y la valoración sensitiva.
El conocimiento entre objeto y sujeto, va más a lo metafísico en este caso,
mis peritos de vida me lo demuestran y los tuyos igual, llega un punto donde
este relato podría tañer como forma desequilibrada metal o literaria, no es
así, género subjetivo, nada hipócrita, cargado de picardía y dentro de sombras
tales venidas del rostro de un arlequín.
Si te dejo de revelar como un rollo
de película, no importa, el sentimiento caló hasta la Fosa de las Marianas; en
dos estaciones una misma brisa soplará venidas de diferentes contextos. No
quiero ser mal interpretado aunque cueste no caer en lagunas mentales al estar
entre estas líneas humildes. Durante o luego de tu día especial espero
decodifiques este punto.
En una mañana de inspiración arcaica
con cariño para seguir el attocco. Mil éxitos, esta paradoja es para ti.
Posdata: ¡Gracias!
Alí R. Acosta V.
Relatos codificados
Relatos codificados
Porlamar, 04 de junio de
2013
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