Mouse tra serpenti
“La vida humana se
parece a un camino cuya salida es un precipicio horroroso; nos advierten de
ello desde los primeros pasos; pero el decreto está ya pronunciado: es preciso
adelantar siempre sin poder retroceder” Jacques
Benigne Bossuet
En aquellos días llenos de
intriga y desconfianza se fue amoldando
a ese ámbito, sus acompañantes muy afables, algunos repletos de luz mientras
otros con esperanza, valor, fuerza, perseverancia entre otros valores
importantes los cuales son formadores de conciencia y aprendizaje mutuo. Fueron
quince, momentos de estanque, inolvidables, completamente unidos al tacto con
los demás seres. Transformaciones esperaba, hasta que de pronto bajó la
magdalena por las amplias escalinatas de plata, me sorprendí, entonces fue el
punto de ebullición para parlamentar con el alto mando quien acogió con certeza
la mejor decisión: dialogar con las “víboras”.
En el acto de víboras
llegando al salón a la espera quedamos por unos minutos, habilitaron el mejor
recinto entre bombos y platillos animados al son de un sepulcro reflejado en
las miradas marrones y amarillas. La suprema comenzó, la víbora marrón saltó
como un potro en su carrera triunfal, la magdalena soltó parte de la sopa y en
nuestros rostros cayó, lamentable es decir que fue para hundirse, en cuestiones
de segundos o quizás milésimas todo se arregló, fatal, entró sigiloso al
recinto para tratar de encender al volcán, pero ya era tarde, muy tarde, sin
embargo dio en el hígado unas cuantas veces pues su palabreo causó heridas; lo
más importante de la situación inesperada es que rápidamente como en un hechizo
de Piper, Prue, Phoebe y Paige las
víboras se transformaron en mansas palomas, según ellas: todo está perfecto,
tanto así que debemos golpearlos con garrotes… de amor.
Todo se suscitó por la sal
retrasada, en mi caso salí inmediatamente del lugar de aquellos quince.
En ese sitio nuevo recibimos
los quintales de café directamente y con opción al cacao, punto en el cual
donde se valora la acción en servicio de faceta actual. Me he dado cuenta que
la marrón y amarilla no eran las únicas en su especie sino que tenían primas
lejanas, unas serpientes preparadas con los avatares de la muchedumbre desesperada
e impaciente. Pero estas serpientes son amigables, fuera de la labor. Aquella
muchedumbre de la cual comentaba, algunos de sus contingentes me han aplastados
y a otros he podido domarlos como fieras de circo o mejor de sabana, tanto así
que se proclaman como enlaces directos; que bien.
En esta vertiente espero
seguir hasta que las mil y una noche yo pueda cumplir, no seré desterrado, eso
espero, pero al largo camino no labrado, seguiré caminando con una pala en mis
manos para ir enterrando aquello malo y descubriendo lo satisfactorio. Por
estos días mis líneas están llenas de sujeción, doble sentido, picardía,
cobardía en fin es una bitácora codificada con una numerología en letras,
irónico, ¿no? algo tal vez.
Estoy en la encrucijada de
querer ver el ahora y/o imaginarme la conclusión de la tesis. No me queda
remedio pues tendré que quedarme con ambas opciones.
Alí R. Acosta V.
Relatos codificados
Porlamar, 06 de junio
de 2013
Comentarios
Publicar un comentario