Entre todos es el profundo cambio del modelo de seguridad ciudadana
“No
hay camino para la paz, la paz es el camino” Mahatma Gandhi
Es
una realidad que el desatado estado de la inseguridad en el mundo y en
Venezuela ha causado muchas muertes lamentables para la humanidad y la patria;
es la descomposición social y el pregonar de antivalores que han dejado
manifestarse por los medios de comunicación y desgraciadamente se han
transformado en un fenómeno presentado desde la base de la sociedad: la
familia.
La
estructura de la sociedad está de la siguiente forma:
1. Familia, primera educación con los
valores esenciales como el amor, la tolerancia y el respeto; actualmente degradado
por la des obligación y desinterés familiar mutuo.
2. Instituciones educativas, segundo
tramo de la educación más formal, en dónde deberían hacer hincapié en los
valores y sobre enseñar la moralidad y la ética; los educadores no parecen ser
conllevados por la vocación sino por el deseo monetario: “si me pagan mal,
educo mal”, por tanto se presenta otra fuerte falla.
3. Medios de comunicación, entidades de
tercer grado, quienes deben asumir un rol responsable ante la terrible paradoja
con una actuación y manifestación de carácter cultural y pedagógico; por el
contrario se prestan para la difusión de cartas violentas en distintos rangos,
apelando a una llamada “libertad de expresión”, sin considerar el problema de
fondo, configurándose como una “libertad de transgresión”.
4. Estado y política, como cuarto poder y
estando en la cúspide, debería tomar acciones radicales pero conjuntas con
elementos anteriores para la resolución del grave problema; de no hacerlo la
amenaza inminente será el desastre.
La
clave está en el último grado de intervención social: el Estado y política.
Coyunturalmente en Venezuela el gobierno de Nicolás Maduro ha expresado su
interés por lo que define como “la pacificación”, para eso ha llamado
gradualmente a distintos sectores como los medios de comunicación y los agentes
políticos los cuales gozan de una importantísima preponderancia en el problema,
pues son parte de un Estado diversificado entre ideologías divergentes. Sería
recomendable que se hiciera una severa intervención en los órganos del Estado (policía,
administración pública, entidades generales e instituciones educativas) las
cuales conlleven con estrategias para purificar los sitios corrompidos. Al
igual tener una conducta más férrea contra los sectores que invocan a la
delincuencia (intervención total de los recintos penitenciarios, desarme
absoluto con allanamiento nacional y reformas legales); como también inclemencia
con aquellos personajes que quieran pretender anarquizar el país con la
finalidad de destruir al gobierno actual para consolidarse en el poder y
desarrollarse como un problema superior y más difícil de controlar por la
inestabilidad a la que podrían producir en la integralidad de la nación.
Lineamientos
generales para el camino hacia la
verdadera paz nacional con una rotunda potencia y revolucionaria reforma de las
estructuras actuales aunado al el cambio de los actores que no han sabido trasbordar
los cargos con competencia y eficacia:
·
Establecer
un estado de emergencia parcial en la nación para que el pueblo asuma la responsabilidad
y seriedad del problema a resolver.
·
Impulsar
jornadas extraordinarias de
allanamientos en lugares señalados como violentos y peligrosos pero tomando en
cuenta cualquier otro, es decir, llevarlo a escala nacional y entrar a
cualquier sitio para desarmar a la población con la ayuda de los cuerpos de
seguridad del Estado.
·
Reforma
compleja del Código Orgánico Penal (aumento de penas, establecer sanciones
físicas y de trabajo duro a los privados de libertad)
·
Reforma
del sistema penitenciario del país apegado a una nueva legislación (verlos como
seres humanos pero no darles comodidades como en hoteles puesto que son
delincuentes y debe ser rehabilitados para la reinserción social o bien cumplir
sus condenas trabajando duro para su pan y la patria: ejemplo construcciones
del gobierno o fábricas, convertirlos en seres productivos, de malhechores a
servidores sociales)
·
Fortalecimiento
del sistema educativo en todos los niveles (reivindicaciones salariales y
capacitación constante para el mayor rendimiento de los y las educadoras)
·
Unión
de todos los sectores de la vida nacional para investir pacíficamente contra la
inseguridad a través de la expresión cultural, educación, recreación y deportes
(artistas, cultores, empresarios, educadores, comunicadores, políticos entre
otros)
La
concatenación de todos eso lineamientos ejecutados entre todos dan esperanza
para salir del abismo en el que se encuentra el mundo y Venezuela, no a la coalición
violenta sino a la concentración entre análisis, reflexión y acción de cada
integrante de la sociedad.
Alí
Acosta Vicent
Porlamar,
11 de febrero 2014
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