La derrota de los marchantes del odio

"No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla" Eleanor Roosevelt

El clima socio-político venezolano cada vez se caldea más, el tiempo se ha vuelto una merengada y no precisamente de frutas, parece que el año 2014 se trasladó por un momento a los sucesos del golpe de Estado de abril de 2002; lamentablemente como siempre los factores de la oposición derechista llamaron a efectuar una marcha en Caracas y en distintos sitios del país, en la capital venezolana se dirigirían hacia el Ministerio Público de manera “pacífica”, se tornó todo como una Ucrania nivel 1, los actores políticos y los mal llamados estudiantes asediaron la dicha sede de justicia, además de destruir, quemar y matar a su paso todo aquello que se les atravesara, para suerte de la población y el control ciudadano con la defensa de la paz, los hechos no se extendieron con mayores saldos desagradables aunque la tentación está viva. Es decepcionante oír a una “estudiante” decir frente a las instalaciones del Ministerio Público: mire Luisa Ortega eres una cobarde, sal y enfréntanos, igual no te consideramos como fiscal; esta manifestación no es violenta, pero tenemos muchas ganas y estamos arrechos. Esas palabras deber ser seriamente analizadas, no es racional que esa joven llame cobarde a la Fiscal General de la República cuando se encuentra apoyada por un montón de gente enfurecida y manipulada con actitudes hostiles capaces de arremeter contra su humanidad de mujer; ahora bien la interrogante

sería ¿Quiénes son los cobardes?, decir que no la consideran legítima cuando es parte legal de los poderes constituidos; pero lo más oprobioso es el momento cuando afirmó que no venían con violencia, pero que tenían ganas de hacer desastre y desembocar su furia (arrechera); esos últimos comentarios son el resultado del odio engendrado paulatinamente por los voceros de la derecha, quienes abiertamente llaman a la rebeldía y a descargar su molestia (arrechera) en contra de todo lo que represente el chavismo.

Como reflexión sería excelente que cada venezolano analice estos hechos deplorables, auto cuestionarse y discernir entre las acciones violentas y las pacíficas; ciertamente luego de esos sucesos, se tomarán medidas radicales en contra del odio y su incitación para que no siga carcomiendo a los seres humanos en la nación bolivariana, tendrá que llegar un periodo nuevo en el cual sea la conciencia, respeto y tolerancia lo que capitanee.

¡Gloria a los caídos!

¡Viva la paz!

Alí Acosta Vicent

Porlamar, 12/02/14