Venezuela: apoyo nacional e internacional despelleja a Washington
La
parafernalia montada en el decreto que el mismísimo Barak Obama, hombre que
traicionó a su raza, armó y direccionó en contra de Venezuela, simplemente es vomitivo.
Superficialmente, como es su intensión, en el decreto se manifiesta que Estados
Unidos le “preocupa” que los DDHH en el país bolivariano estén vulnerados, por
lo cual es necesaria la suspensión de entradas a su país a funcionarios del
Gobierno de Nicolás Maduro, aunado al robo de su dinero y bienes. El Imperio
Norteamericano creyó que realizando el decreto sobre Venezuela se entendería
como un acto de defensa al pueblo venezolano, por el contrario, las palabras
directas: “…declarando una emergencia nacional con respecto a la amenaza inusual
y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados
Unidos representada por la situación en Venezuela”, cabe la
interrogante ¿si en Venezuela el gobierno está asesinando a personas y eso representa
un peligro a la seguridad de alguna nación, quiere decir que todo el mundo está
en peligro inminente, pues USA asesina sin piedad dentro de su territorio y
fuera del suyo a miles de niños, adultos y ancianos –véase: guerra de Irak, Afganistán,
Libia, Hiroshima-?
¿Cuándo
el mundo entero sancionará a los Estados Unidos por representar una real
amenaza a la seguridad de todas las naciones? Quizás sea esa la respuesta de
Obama, a las acciones de reciprocidad de Miraflores ante las consecutivas
sanciones de la Casa Blanca, pues Nicolás Maduro indicó que era justo pedir
visa a los gringos, pues ellos nos las piden a nosotros, nos cobran bien caro y
además el acto de suspender la entrada a verdaderos terroristas como Bush. Las
acciones bolivarianas enfurecieron al desquiciado imperio y la razón sigue
siendo la misma desde que Chávez pretendió ser desaparecido en el año 2002:
tomar las riquezas venezolanas, pues deben saciar su voraz consumo.
La
piezas en el tablero las siguen moviendo en el mismo sentido, aumentando una
mala imagen del gobierno de Maduro a través de las empresas de desinformación
nacionales e internacionales, financiar a la derecha venezolana para que logren
tumbar al gobierno, golpear la economía petrolera internacional, ejercer
presiones en naciones suramericanas y de otros continentes. Esta vez han dado
la cara, todas las estrategias anteriores estaban sin rostro, pero con el
decreto represivo firmado por Obama, se deja en claro quiénes son los autores
de una Guerra de Cuarta Generación en contra de Venezuela, una guerra integral
que inclusive, Dios nos cuide de unas de sus acostumbradas “Intervenciones
Humanitarias”, las cuales siempre terminan con un país devastado por misiles,
sin contar los miles o millones de muertos.
Sin
duda alguna el imperio está hirviendo y dentro de sus estrategias maquiavélicas
está la de inducir una guerra civil o peor una guerra entre Venezuela y Guyana por
el litigio del Esequibo; siendo fácil intervenir con “justificación” militarmente,
sumiendo al país en un enfrentamiento entre compatriotas o en contra de los
guyaneses. Tomando en cuenta que el territorio de la Guayana Esequiba
venezolana es extremadamente rico por su cuasi nula explotación.
Dentro
de un mar de tensiones diplomáticas y socio-políticas-económicas, los
venezolanos se preparan ante cualquier acto desesperado de los trastornados gringos
de la Casa Blanca, además de contar con un respaldo nacional –el más importante-
e internacional con poderosas potencias como Rusia y China, sumando a demás
países y organizaciones que repudian las acciones injerencistas asumiendo
posiciones contundentes a favor de Venezuela.
Alí Acosta Vicent
Porlamar, 14/03/2015
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