¡Trump y Maduro se reunirán en Miraflores!
Este
año 2016 ha sido de duras batallas para fortalecer entre la crisis
mundial, el don trabajador de los pueblos, sobre todo el venezolano,
un pueblo aguerrido que desde el fallecimiento de Hugo Chávez, líder
supremo de la Revolución Bolivariana, tuvo que afrontar una guerra
económica que aumentó exponencialmente con las estrategias internas
de la derecha apátrida sumado al declive de los precios petroleros.
El
chavismo como mayor fuerza política en Venezuela, desde 2012 mantuvo
un buen balance de victorias electorales, con el voto contundente de
confianza a Chávez, luego bajo la gran tristeza nacional, lograr
llevar en 2013 a la presidencia a Nicolás Maduro. Otras de las
grandes victorias cercanas fueron la contienda para gobernaciones (20
de 23) y después las alcaldías.
Para
2015, un año en donde el pueblo estaba bajo pleno bombardeo
incesante de la guerra económica y mediática, se preparaban las
elecciones parlamentarias, siendo el 06 de diciembre, el día del
triunfo de la mentira: "La Última Cola", frase usada para
calar en la molestia de los venezolanos, pudiendo materializar una
mayoría derechista en la Asamblea Nacional.
El
histórico momento fue en enero de 2016, al ver a una de las últimas
momias de la política cuarto republicana, Henry Ramos Allup, como
presidente de la cámara de diputados, un punto clave para entender
por qué se desinfló en menos de un año la tan mal administrada
"victoria". Escuchamos un discurso en el que se prometió
sacar a Maduro en seis meses, abriendo otra falsa expectativa, sin
siquiera responder al cómo lograr verdaderamente la última cola.
Ese
primer semestre culminante prometido por la momia, se diluyó entre
bodrios legales como la ley de amnistía con la cual se pretendía la
liberación de asesinos y corruptos; aunado a la serie de desacatos
al Tribunal Supremo de Justicia, desde la incorporación ilegal de 3
ciudadanos que deben ser investigados por presuntos ilícitos
electorales, convirtiendo todo acto emanado de la asamblea nulo de
nulidad absoluta.
Total,
es que pasaron cinco meses y Maduro se fortalecía cada vez más
junto al pueblo en la calle, mientras que los opositores borrachos de
poder no se ponían de acuerdo, algunos hablaban de enmienda,
renuncia, nacionalidad del presidente, otros de constituyente o
"juicio político", hasta que se medio decidieron por el
proceso a referendo de carácter revocatorio... Lamentablemente, para
ellos, la derecha cometió tremendos ilícitos en el proceso de
recolección del 1% de firmas (muertos firmantes, menores de edad,
usurpación de identidad, firmas planas...), en consecuencia hubo un
mortinato.
Luego
de todas las metidas de pata del sector derechista, vinieron más:
"el 01 de septiembre se va Maduro" y "Vamos a
Miraflores"... Hasta que fueron llamados por la Embajada de EEUU
y el Vaticano, para sentarlos a dialogar con el gobierno, así sea a
regañadientes. Es decir, que la victoria está siendo consolidada
por la paz, sin embargo hay una profunda frustración por parte de
esa población afecta a la oposición que le pasará una factura a
sus "líderes" y bien larga, lo que ameritará una mesa de
dialogo solo para arreglar los peos internos de la oposición
(dirigida por Almagro).
Ahora
sí, para hablar del título de este balance anual:
Con
la victoria del empresario Donald Trump, como presidente de EEUU,
quedaron molestos en la gusanera de venezolanos apátridas en Miami,
pues KILLary Clinton "Vino, Vio y Perdió". Aunque lo más
molesto para algunos, es que Trump, pueda cumplir con su discurso, en
los cuales afirma que maneja muy bien los negocios y estará
dispuesto a entablar buenas relaciones con Rusia en pro de no
desgastarse en guerras, para recuperar la "gloria económica de
USA".
Dentro
de este contexto de enormes derrotas de la derecha venezolana, lo que
terminaría de vapulearlos, sería que su nuevo Jefe, Mr. Trump,
pague un titular de prensa poco alentador para ellos: "Trump y
Maduro se reunirán en Miraflores".
Alí Acosta V.
@acostaali
14-11-2016
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